La bella ladrona y una aldeana impulsiva quiere que su talentoso amante le dé una palmada en el culo.
Al chico le quitan el pene pero la rubia mareada no quiere quitarse los pantalones y lo penetra a través de ellos y se corre.
Su trasero esponjoso es del agrado de un chico superdotado que le da una importante cantidad de dinero.